Ángel de luz
A ti ángel de luz que visitas al caído,
A ti enviada de un ser supremo que cual
digna obrera, le ayudas al dador de la salud;
A ti ser especial que no le temes a la sangre,
y que lo mismo asistes a un bebé,
A ti ángel de luz que visitas al caído,
A ti enviada de un ser supremo que cual
digna obrera, le ayudas al dador de la salud;
A ti ser especial que no le temes a la sangre,
y que lo mismo asistes a un bebé,
Entre tantas, de las muchas maromeras circunstancias de mi vida, y otras tantas y cuantas peripecias del destino, iba yo adquiriendo experiencia en la noble actividad, como docente. Y por supuesto que me tocó vivir nutridas situaciones; unas con toda la seriedad que requiere la cátedra, otras verdaderamente chuscas.
en aquel tiempo, una vez terminada la cena, dijo Jesús a sus discípulos: -¿Y el pinchi postre, canijos?- No alcanzó, Señor – contestó el que se hizo de mulas, – pero si usted gusta mandamos a uno de los Judas por unos gansitos o unas mantecadas
En mis años mozos, me resulta una caries, que me hace perder dos de mis dientes, Y mis padres, sin recursos para llevarme a la Paz al dentista.
Esa situación, me ocasionó una profunda depresión con una severa baja autoestima que se veía reflejada en la manifiesta impotencia de mis padres al no poder costear tan urgente y apremiante prótesis.
Una, me fascina el cine. Dos, no tengo escrito un cachito de vida, de Ely. ¿ qué relaciones hay en esto? Déjenme que se los diga en unas líneas y en ocasión del cumpleaños de mi Ely.
Cuando su antojo destile
ansias por algo picoso
pruebe pronto un deleitoso
Callo de Hacha en Aguachile.
Y para que se asimile
Es costumbre que procede
a la semana, una vez,
un buen Cocido de Res
con el tuétano, de adrede
Unos vieron a los cuates
que iban rumbo a la misión,
A repartir aguacates,
que había tirado el ciclón,
Andaban acelerados,
llevaban un garrafón.
Don Hugo muy “compungido”
salió de su tendajón,
Es costumbre que procede
a la semana, una vez,
un buen Cocido de Res
con el tuétano, de adrede
En las calles de 16 de septiembre y General desconocido, está ubicado un estanquilo donde se vende el mejor café.
Su dueño es Juan Malagamba. Un hombre que arrastra una historia con matices de sorpresas, emociones. Y de bajas pasiones.
Vamos leyendo un trozo de ella.