Round cero (1) Chema tamales
Martina Chávez, murió. Emprendió el viaje de la mariposa un viernes muy de mañana. Elevó alas y por la madrugada del sábado llegó a su santuario: Puerto San Carlos
Martina Chávez, murió. Emprendió el viaje de la mariposa un viernes muy de mañana. Elevó alas y por la madrugada del sábado llegó a su santuario: Puerto San Carlos
Martina Chávez, murió. Emprendió el viaje de la mariposa un viernes muy de mañana. Elevó alas y por la madrugada del sábado llegó a su santuario: Puerto San Carlos
Martina Chávez, murió. Emprendió el viaje de la mariposa un viernes muy de mañana. Elevó alas y por la madrugada del sábado llegó a su santuario: Puerto San Carlos
Ambulancias a velocidades incalculables. Ululuar de sus sirenas. Choques de damas ebrias.
Un jovencito pispireto, llegaba todas las mañanas a las oficinas de una de las estaciones de radio en New York City.
Entre tantas formas de ganarme la vida, hubo una en donde me fue muy bien en lo económico. Aunque fue poco tiempo, pude sacar a mi familia avante y darme algunos gustos.
No conocí la rosca de reyes, hasta los trece años. Y el pavo de navidad hasta los catorce. Pero al contrario fui merecedor de la rica comida elaborada por mi madre
Un jovencito pispireto, llegaba todas las mañanas a las oficinas de una de las estaciones de radio en New York City.
No lo trate tanto, como hubiera querido. Ni tampoco me atrevo a decir que fui uno de los muchos amigos que tuvo
Desamarró la imaginación. Esa herramienta coqueta, voluptuosa y a veces cómica, petulante.