San Miguel de Comondú B CS 1950
A la sombra de un frondoso laurel de la india, Sentados en la banqueta del telégrafo, entre otros parroquianos se encontraban, El Pilaco, El Tomito y Reynaldo, recordando los usos y costumbres de las épocas pasadas.
El Pilaco dijo -Yo recuerdo, que cuando una mujer, no daba suficiente leche para alimentar a su criatura, la llevaban a amamantar con otra Señora recién parida para que le completara su dotación..
Afirma el Tomito,- es cierto,- decía mi papá que cuando yo nací, me llevaban con doña Andrea, la que vivía detrás de la loma. Por las “canoas” la huerta de Don Astolfo Murillo.
El Pilaco le dice. “ son mentiras tuyas Tomito, esa mujer nunca tuvo hijos,
El Tomito insiste -. “algo le he de haber sacado, como me mantuvo?”
Reynaldo comenta, – “ Y ahora, se puede uno pasear por todo Comondú y no hay quien le dé de mamar a uno.
Virgilio Murillo Pérpuli.
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