Los cuentos, relatos, los textos de Juan Melgar seducen por los temas que recrean y por el lenguaje retorcido con que amarra las historias y sus personajes, en un ejercicio literario gozoso y retador, donde siempre quedan resquicios para la complicidad del lector.
Militante de izquierda desde el Partido Comunista Mexicano
1980.- Director del Suplemento Cultural “La Cachora Letrada” del Semanario “Cuarto Poder” en Cd. Constitución, B.C.S.
En 1982.-Miembro Fundador del Centro de Estudios Culturales, Políticos y Sociales que editó la Revista “Alternativa” y Miembro del Primer Consejo de Redacción y Colaborador de esa Revista
Premio Estatal de Poesía “Leopoldo Ramos Cota” en 1986
Del 1986 al 2001.- Director del Periódico “Voz Libre” de la CDS-III
En 1988 Obtuvo el Premio Nacional de Poesía “Todos los Maestros Mexicanos”
Coautoría del Poemario “Este Desierto que Llamamos Mar” en 1992 precisamente con Omar Castro y Víctor Meza.
En 1996 Fue el triunfador del Premio Regional de Poesía “Alán Gorosave” en el que participaron poetas de Baja California y Baja California Sur
En 1997 Publica el Poemario “Si se rompe el espejo”
Del 2001 al 2004.- Coordinador Operativo del Periódico “Educa” de la SEP de B.C.S.
2005-2008 Miembro del Consejo de Redacción del Periódico del XII Ayuntamiento de La Paz
Desde 2009 autor de los blogs literarios “El Terreno de la Loma” y “EspacioZoo”
Financiero de profesión, docente por vocación y apasionado de la ciencia ficción, Jaime A. Rivera Arce ha gustado siempre de las artes de las letras y el cine de todo género, pero principalmente las maravillosas aventuras de viajes al centro de la tierra o a través del tiempo, de encuentros cercanos y de ayudar a un ser extraviado a regresar a su planeta, cualquier relato donde la imaginación active todas las neuronas de su mente, y sueña con el día en que cada cosa maravillosa se convierta en realidad, ya que piensa igual que muchos como él, que la realidad siempre supera a la fantasía, y sostiene que la ciencia ficción es cuna de inspiración de muchos inventos, teorías y descubrimientos, la imaginación es el punto de partida de la creación, por así decirlo.
Por eso gusta y disfruta contando cuentos de esas cosas que se le ocurren cuando lee ciencia o sucesos inexplicables aún, y trata de dar sus propias explicaciones a los hechos, con la única ambición de generar fascinación. Y en cuanto al arte de la escritura, lo que le falta de habilidad le sobra de necedad, por eso escribe.
Jaime Arturo Rivera Arce nació en Ciudad Insurgentes B.C.S., La Toba, a donde regresó después de haber vivido en algunos lugares de la república mexicana y el extranjero, ya que uno siempre regresa a donde se fue feliz.
Cuando tenía 3 años, las vecinas de su mamá, le pedían que les "prestara a la niña" por una sola razón en especial, la niña hablaba como una persona adulta. Nada mejor para amenizar una reunión que una niña que sacaba frases con palabras que ni los mismos adultos reunidos ahí habían oído en sus vidas. Desde entonces, María Elena Sorhouet (La Male) tuvo muy claro todo el poder y la magia que una frase o dos, soltadas en el momento menos o más oportuno en la mitad de cualquier conversación, podrían provocar en las vidas de las personas. Desde entonces las palabras y toda la gama de emociones que éstas arrastran consigo, se han vuelto parte definitiva de su persona Todo esa gran carga de luz, comedia, drama y celebración que cabe en una historia y que es inherente al ser humano, algo tan básico como una necesidad primaria de narrar al semejante algo que pasó, es razón y motivo suficiente para soltarse contando cosas, encontrar y acomodar los sentimientos, las situaciones personales vivídas ( el amor, la familia, los lugares, las personas) que siempre han caminado con ella a lo ancho y lo largo de su vida y que es de ahí, de esa bolsa personal de vivencias, de donde ella echa mano para compartir algo con ustedes. No se considera una escritora de verdad, "sólo me gusta platicar". Y eso es lo que hace en sus relatos. Pretende que lo que cuenta lo puedan leer desde un niño, hasta un abuelo de asilo. Por eso las palabras tienen que ser ligeras, sin tanta elocuencia y rimbombancia. Hablar de las cosas simples con humildad para que acaricien y acompañen. El mundo pareciera girar más rápido cada día. Nadie se detiene a contar nada, todo el mundo está metido en si mismo, nos cuesta cada vez mucho detenernos escuchar. Por eso escribe, para hacer reír o llorar, recordar, evocar, imaginar. Escribir para que no se nos olvide ser humanos, vasos comunicantes. Escribir para seguir viviendo.
Omar Castro nació en La Paz, Baja California Sur en 1955. Es profesor normalista por la Benemérita Escuela Normal Urbana “Prof. Domingo Carballo Félix”, desde 1974, y por la Escuela Normal Superior de Nayarit, desde 1982. Cursó la Maestría en Desarrollo Humano y Social, en la prestigiada Universidad Mundial, donde se desempeña como catedrático desde el 2011. Ha obtenido premios de cuento en La Paz, Todos Santos, y Santa Rosalía. Es autor de los libros Porque nos asiste la razón… (1990); Este desierto que llamamos mar (1992) con Víctor Meza y Florentino Ortega; Días de Sol, La Lucha magisterial en B.C.S. (1995); Cuando se seca la raíz y otros cuentos (1998); Los últimos días del General (2003); Pueblo de madera y otros relatos (2006); El retorno de la hoguera (2010), y La cicuta, El veneno de la pasión (2011). Próximamente será publicado El ángel caído rompe el silencio, bajo el sello editorial de la UABCS.
Originaria de la Ciudad de La Paz Baja California Sur, Maestra en Ciencias en Economía por la Universidad Autónoma de baja California Sur, y Licenciada en Administración de empresas por el Instituto Tecnológico de La Paz . Obtuvo el premio nacional al mérito archivístico individual “Ezequiel A. Chavez”2013, otorgado por el Archivo General de la Nación, AGN-SEGOB, como testimonio especial a la gestión realizada al frente del archivo histórico del estado de Baja California Sur, ha sido profesor investigador por asignatura en el departamento de Economía y jefe del Departamento de Extensión Universitaria y departamento Editorial y artes gráficas de la UABCS.
Coordinador certificado de programas a distancia por la Universidad de San Diego State University. En el sector público se ha desempeñado en diversas responsabilidades, entre las que destacan ; Subdelegado de Fomento Industrial e inversión extranjera de la Secretaria de Economía así mismo en el Gobierno del Distrito federal se desempeñó como Subdirector de revisiones fiscales de la Zona Sur del D.F. oficina dependiente de la Secretaria de Finanzas, Fue Directora del Archivo Histórico Pablo L. Martínez de estado de Baja California Sur, es miembro Honorario del Colegio Mexicano de Archivonomia COLMEX. Autora de los libros: Ambiente Ganadería desarrollo sustentable en el ejido el Rosario BCS, Historia Económica de la Zona Libre en la Península de la Baja California, Paisaje y personajes en María Auxiliadora, Coautora: Personajes con historia a historia con personajes General Agustín Olachea Avilés, Paisaje Urbano y personajes de la Ciudad de La Paz, Pinturas Rupestres Misiones y Oasis en la Península dela Baja California, Casa Presidencial El Caimancito.
Soy ingeniero civil, por el Tec de La Paz. Escribir fue fortuito; mi madre empezó a tener problemas de Altzheimer y brotó la idea de contarle historias en un intento de ejercicios de los recuerdos... ¡de nada sirvió! Sin embargo, cuando menos pensé había cerca de 500 páginas escritas y plagada de errores.
Muchos de ellos persisten y algunos se fueron después de un par de talleres. Hoy por hoy continúo escribiendo, pero los temas son de matemáticas, ya que hace 4 años me dedico a la docencia en esta área del conocimiento.
Joven jubilado, músico, decimero, aprendiz de monero y activista contra las injusticias
Nació el 1 de junio de 1962, en la entonces Villa Insurgentes, hoy Ciudad Insurgentes, Baja California Sur, conocida como La Toba. Al concluir la secundaria, en agosto de 1977 partió con su familia a la Ciudad de Tecate, Baja California, lugar donde ha vivido hasta la actualidad. Sin embargo, su niñez y adolescencia en el Valle de Santo Domingo lo dejó marcado para siempre, a tal grado, que, en el año 2014 invadido por la nostalgia del terruño, publicó el libro “Entre choyas choyas y cardones”.