Korima PLACE

He vivido Mucho -- Victor Octavio Castro

He vivido mucho…

Hace unos años me confió mi papá QEPD, “Víctor, he vivido mucho”, le pregunté, “qué tanto es mucho” y se quedó “cascabeleando”, cosas del destino murió justo el día que cumplía 68 años de edad, de eso hace 18 años, relativamente joven, yo pienso al revés que he vivido poco y lo poco que he vivido –si se puede llamar así– lo he disfrutado más allá de lo que esperaba; hago esta acotación porque estoy en una edad que disfruto lo que he vivido y hago, y lo disfruto más allá de la intrascendencia que los viví en su momento.

La vida es un parpadeo, un abrir y cerrar de ojos, lo único que trasciende son los recuerdos y las nostalgias, de allí que puedo darme el lujo de presumir que soy un afortunado, he recibido tanto que jamás pensé recibir tanto, y eso es lo que mantiene viva mi vena como un periodista que va en franca retirada, hoy me preparó para decir adiós, la fecha aún no la tengo y creo que todavía falta tiempo, no sé si mis neuronas han sido demasiado generosas conmigo, lo cierto es que todavía pienso por mí mismo, me muevo por mí mismo, camino por mí mismo y decido por mí mismo, soy yo y mi circunstancia, diría José Ortega y Gasset.

Hoy que el tiempo me sigue brindando la oportunidad de disfrutar la vida la disfruto intensamente haciendo lo que me gusta hacer, ya no estoy para pleitos ni confrontaciones, sino para contar cuentos y escribirle a mi gente, a mi tierra, a mis mayores, y en ese ir y venir de nostalgias y sueños irrealizables admito que mis gustos no son caros y por fortuna están al alcance de mi mano, espero en Dios seguir recorriendo mi estado, visitando ranchos, amigos y “parajes”, escribiendo esas historias aún desconocidas que están por escribirse de quienes han forjado el estado que hoy somos.

Un día me pregunto Valentín Castro, como periodista cómo te defines, mi repuesta fue parca y sin ambages; costumbrista le respondí, Valentín esperaba que me auto definiera como un periodista academicista o bien intelectualista, no, nada de eso, creo no hay una mejor definición que esa para un autodidacta como yo que recorre su tierra atraído por el olor de los romerillos y el canto de las palomas.

Saludo con gusto y beneplácito varias llamadas que he recibido de amigos comunes que me piden que los invite en mis andanzas “porque les gusta lo que hago”, la verdad que me reconforta escuchar ese tipo de expresiones que estimulan mi trabajo y sobre todo valoran lo que hago más allá de un simple formalismo de quedar bien, ojalá hubiese más amigos que replicaran lo mismo y sobre todo, que se aventuraran hacerlo; un día le confié a don Luis Coppola “que me gustaría construir un “juncalito” en el monte, en medio de la nada, de vara trabada de palo de arco, techo de palma y horcones de palo Zorrillo que tuviese lo más indispensable, agua, me contesto; “a mí me gustaría vivir en un viñedo o en medio de magueyes disfrutando sus frutos; el vino y el agave”.

Y vaya que disfruto levantarme en la mañana antes que despunten los rayos del sol, tomar café y salir a quebrar el sereno con el caminar, disfrutar el olor de los “tolbaches”, san migueles y romerillos escuchando la “guasanga” de los pájaros azules y el llorido al “aletear” de las tarabillas (palomas pitahayeras entrando en edad de reproducción), de allí que no vaciló en admitir, una vez más, que mis gustos no son caros, y tengo bastante claro que lo más valioso con lo que cuento es el tiempo, y es el tiempo y a tiempo lo que disfruto. ¡Qué tal!.Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a victoroctaviobcs@hotmail.com


Victor Octavio García Castro
Últimas entradas de Victor Octavio García Castro (ver todo)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *