Korima PLACE

Bon appetit - Malena

«Bon Appétit»

Estaba ‘mirando’ la tele como decimos los paceños, un programa que se llama «Las cenas de Rocco», un señor medio mamila, que invita a tres cocineros a su casa a competir por quien tendrá el honor de cocinar para unos amigos, primero eliminan a uno, y después quedan dos a merced de lo bien que se la pasen y lo bien que coman todos, el tal Rocco decidirá quien se va a casa con 20 mil dolares. Los menús varían según el gusto y la personalidad de los chefs y están hechos con los más extravagantes y exóticos ingredientes, especies, puro aceite de oliva nada de kartamin ni manteca de cerdo y esas cosas, también usan vinos para rociar a voluntad las carnes, aves y pescados, abunda que da gusto los rabos de buey, char char del ártico ( al que me diga que es esto, le invito una chela) mandioca, tapioca, sémola, queso azul, nueces, frambuesas, arugula, purés de lentejas, de cebollas, de garbanzo, camarones, wasabi, cordero, conejo, codorniz, prosciutto, púdines, pastas, todo hecho en una cocina del tamaño de la sala .comedor recamara y garaje de mi casa. Toda mi familia podría instalarse ahí por dos semanas sin tener que chocar unos con otros.

Pues mientras los chefs pican, fríen, maceran, y condimentan sus creaciones, Don Rocco se da sus vueltas, nomas pa´ ver a quien chinga y a meter presión a los pobres tipos que palidecen nomas de verlo entrar.

Lo que yo no entiendo, es porque serán tan díscolos a la hora de servir todo, eso si la vajilla es blanca, toda nívea e inmaculada, los platos divinos, pero que les quedan grandes a las porciones que con harta maestría emplatan los cocineros, en dos bocados te acabas la trufa montada en un espejo de hierbas finas de Provenza y jengibre, o la ensalada, que no es mas que una cucharada de berros, manzana, aderezada con yogurt, miel orgánica, piñones y mostaza de Dijon, te la zampas entre dos traguitos vino.

De plano no, no es negocio. Y los invitados son otra cosa, pura personalidad, de esa que sonríe y tu cierras los ojos porque te deslumbran sus dientes de lo blancos, blanqueados mas bien y perfectos que están, damas guapas llenas de botox y maquillaje perfecto, doños de traje y pelos pintados, llegan saludándose como si hubieran nacido en el mismo barrio y fueran cuatísimos de siempre, ninguno se tira una gota de salsa en la camisa, ni se les queda pegado el brocoli en los dientes, si a alguien se le ocurriese eructar ahí, puede darse por muerto en ese mismo instante.

Lo bueno que esto no pasa aquí, aquí si invitamos a alguien a comer, le servimos bastos platos, se vale pedir doble y llevarse un itacate, mi padre siempre dice, «sirve bien, para que no se vayan a ir hablando» y no nos andamos con tanta alcurnia y delicadeza al escoger los ingredientes mucho menos a prepararlos. Yo les ofreciera una sopita de fideo como la que hace mi madre, un ceviche como los que hace el Beto, unas tres cubetas de almejas loretanas, o que tal, una carne asada como la hacen los paceños, con todo y ballenas heladas y música de banda, o un mole poblano o oaxaqueño de 15 ingredientes, o un «maasty» o machucado de la sierra que se prepara en un día especial del año y además se debe comer con las manos porque así lo dice la tradición de los ancestros, pa´ que vean lo que es canela fina los güeros esos estirados.

Para beber, yo les pondría una «casildeana» barra libre de aguas frescas, o tal vez con un buen tejate, tepache o tejuino ya con eso estarían a toda madre. Ya, para terminar de matarlos un buen pulque de pistache, o mezcalito con gusano para que aflojen el cuerpo y el espíritu y ya de postre, una deliciosa nieve de guanabana, no, mejor, ah! si cómo no, ja, malayón! un licorcito de damiana, con un mangate de Todos Santos y un chopito.

Ya casi los veo, para este punto las doñas ya andan descalzas y despeinadas, dando abrazos y besos a los meseros y los doños risa y risa sin corbata y sin camisa, no faltará quien ande bailando a gusto en calzones y sin música. Creo que me voy a inscribir palomilla, seguro gano.


Malena Sorhouet
Últimas entradas de Malena Sorhouet (ver todo)

1 comentario en “«Bon Appétit»”

  1. Chingón, Male. Hasta hambre me dió. De segurísimo ganas. Aquí en mi rancho a cualquier plato frijolero con albahaca le llaman «cena gourmet» los simples. Un abrazo, hermanita.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *