Los malos recuerdos
Rememorar lo vivido con él durante poco más de veinte años, no era tarea fácil. Beatriz, cerró la puerta, descolgó el teléfono
Rememorar lo vivido con él durante poco más de veinte años, no era tarea fácil. Beatriz, cerró la puerta, descolgó el teléfono
Vendió todo y con Victoria en brazos se embarcó rumbo al sur. Durante la travesía no cruzó palabra con nadie. Parada en la cubierta, apretaba a Victoria en sus brazos y percibía el olor a sudor y a mar que despedía la pequeña
Después de una noche de mareo debido al movimiento del ferry y con un trozo de Rosca de Reyes amenazando salirse de mi estómago, llegó el amanecer de aquel 6 de enero de 1978 y lo hizo, reflejando el azul hermosísimo del mar que nos rodeaba. En los costados del barco los delfines nadaban como si estuvieran escoltándonos.